Los seres humanos, comúnmente, nos sentimos cómodos con lo que sabemos, lo que conocemos y lo que nos ha funcionado para llegar hasta donde estamos.
Y esto es algo que aplica a todas las facetas de nuestras vidas, a nivel educativo, a nivel personal y a nivel laboral.
En el caso que atañe este artículo, tanto a las personas, como a las empresas; nos cuesta mucho redefinirnos, y de ahí; redefinir una nueva manera de hacer las cosas, sobretodo, como se dijo al inicio, si esa manera de hacer las cosas, “ha funcionado”.
Por ese motivo, hemos de «aprender a desaprender».
Y en lo que concierne a las empresas, redefinir la estrategia de la organización es olvidar las creencias que nos ha hecho llegar a donde estamos.
La pregunta entonces es ¿cómo se puede lograr que una empresa innove?
Posiblemente, ese es el gran reto. La idea no es que a alguien un día «se le encienda la bombilla», sino que exista una sistemática para innovar.
Citando al gurú Peter Drucker «la innovación puede ser gestionada sistemáticamente si se sabe dónde y como mirar»
Es muy interesante la analogía de la innovación con el jazz. En el jazz, aunque hay un importante componente de espontaneidad, los músicos siguen una estructura básica. En la innovación sucede lo mismo, al final puede haber grandes ideas creadas por personas o equipos, pero debe haber una estructura para que ello se produzca.
Un caso típico de organización volcada en la innovación es 3M
En el caso de 3M, la declaración de intenciones es clara:
«La cultura de 3M fomenta la creatividad y le da a los empleados la libertad para asumir riesgos e intentar nuevas ideas. Sin límites a la imaginación y sin barreras a la cooperación, una buena idea rápidamente lleva a otra.»
(http://www.3m.com/about3M/innovation/index.jhtml).
En 3M se aplica desde hace más de 80 años la regla del 15%, que permite a los empleados destinar esa proporción de su jornada laboral a pensar y diseñar ideas, inventos, productos que consideren pueda funcionar en el futuro.
Pero esta práctica va más allá de otorgarles el tiempo, sino que además la empresa proporciona fondos para tal fin.
Una vez que la propuesta recibe la aprobación de al menos un miembro de la directiva, se constituye un equipo multidisciplinario que se conforma por voluntarios para el desarrollo del proyecto que debe completarse como un producto destinado al mercado.
Esto se acompaña de un importante sistema de recompensas dirigidas a estimular la capacidad creatividad individual. Mientras el producto consigue éxito se van generando acciones asociadas al desarrollo del estatus del empleado dentro de la estructura organizativa, así como incrementos en su salario.
William Mc Knight quien ocupó la presidencia de la empresa entre 1949 y 1966 dejó grabado como filosofía y principio un lema dirigido no solo a estimular a los hombres y mujeres con iniciativas innovadoras, sino a cuestionar y criticar el castigo corporativo a los errores cometidos, dijo “Los directivos que son destructivamente críticos con los errores matan la iniciativa y es esencial que tengamos personas con iniciativas queremos seguir creciendo”.
Sobre esa política se ha constituido en 3M, un clima proclive y favorecedor a la innovación. Basan su éxito no en uno o varios productos, sino en la institucionalización o cultura que los lleva a sus objetivos o metas con éxito. https://www.elgurux.com/3m-cultura-de-innovacion.html
Una reflexión final que se ha de tener en cuenta es que la innovación es una causa para el éxito y no que las empresas grandes innovan. Esto es muy importante tenerlo claro.
Es habitual escuchar comentarios como «yo no tengo presupuesto para innovación. Nuestra empresa es pequeña para eso». Este es un gran error, se ha de tener en cuenta que la innovación no es sólo para las grandes empresas, ya que estas empresas han empezado siendo pequeñas y han llegado hasta donde están, entre otras cosas, por su cultura innovadora.